Las aguas empezaron bajar, pero el después mostrará la desolación que dejan las inundaciones. “Cuando viene el agua, cuando se te empieza a meter en la casa actuás rápido porque te agarra la desesperación. Pero cuando el agua se va, cuando ves el barro pegado en las paredes, en el piso, en los muebles, ahí no sabés para donde agarrar”, dice Alicia Etechegaray, vecina de Irigoyen y Las Flores, una de las esquinas críticas del casco urbano de Azul.

 La mujer tiene sobrada experiencia en la pelea contra el agua que ataca por la noche cuando desborda el arroyo que ningún gobierno ha podido, o a querido, poner en caja. “La verdad es que la pasamos mal pero no nos quedó otra que quedarnos en la casa. Desde temprano, cuando el agua empezó a subir, en el barrio empezamos a ver caras raras”, cuenta Alicia y su testimonio coincide con el del secretario de Gobierno de la comuna que admite que “hubo algunos robos,sí.”.

Carolina Madonia es otra vecina que a primera hora se calzó las botas, abrió las canillas y se largó a limpiar la casa embarrada. “Llevamos 14 inundaciones –dice- parece mentira que nadie haya podido frenarlas”.

En tanto, el gobierno bonaerense informó que continúa operativo el sistema de monitoreo y atención a los municipios afectados por las intensas lluvias y el desborde de varios cauces de agua en el interior provincial.

De acuerdo a lo informado, si bien unas 680 personas permanecían todavía en albergues temporarios, la situación en los distritos comenzaba a normalizarse.

El ministro de Desarrollo Social, Martín Ferré, explicó que "estuvimos en Azul y Necochea con los ministros Alejandro Arlía (Infraestructura) y Gustavo Arrieta (Asuntos Agrarios), el secretario de Espacio Público, Eduardo Aparicio, y el titular del Consejo Provincial de Emergencias, Luciano Timerman".

Y agregó que en esos sitios dialogaron "con los intendentes de todas las comunas afectadas y pusimos a su disposición la ayuda técnica, operativa y logística de todos los organismos provinciales para enfrentar juntos la emergenciaö.

"Ahora las condiciones climáticas han cambiado, el agua escurre y la situación va mejorando paulatinamente, por lo que seguimos trabajando coordinadamente en dispositivos de corto y mediano plazo pensando en el retorno de las familias a sus hogares", agregó.

Timerman detalló que "unas 680 personas permanecían en centros de evacuación de Mar del Plata, Tres Arroyos, San Cayetano, Rauch, Lobería, Azul, Olavarría, Laprida, Gonzáles Chaves, Tandil, La Matanza y Pilar, pero esperamos que en el transcurso del día la mayoría pueda volver".

En tanto, Desarrollo Social, en articulación con Espacio Público y el gobierno nacional, entregó frazadas, colchones, zapatillas, ropa, alimentos, chapas y clavaderas para asistir a los damnificados, mientras que la Dirección provincial de Seguridad Vial organizó esquemas de contingencia para ordenar el tránsito y evitar accidentes en rutas anegadas.

A su vez, el Ministerio de Salud provincial comunicó que se coordinó el envío de insumos sanitarios y apoyo logístico y se planifica los dispositivos de prevención de las posibles enfermedades, como el hantavirus y la leptospirosis, que suelen aparecer cuando baja el agua.

Por su parte, Infraestructura comprometió toda la ayuda inmediata y la articulación con Nación para poder mitigar los efectos de la inundación lo más rápido posible.

El ministerio de Asuntos Agrarios confirmó por su parte que se conformó una comisión de seguimiento de emergencias hídricas en conjunto con el Gobierno Nacional que se reunirá el próximo miércoles.