Al mismo tiempo, se mantienen las gestiones para sumar colaboraciones y aportes al proyecto, además de la preparación logística de lo que será un nuevo desafío institucional, tecnológico, ambiental y social.

Para adecuarse a las nuevas dimensiones reglamentarias y a las pretensiones del equipo, se diseñó un nuevo chasis que está en la etapa final de construcción en los talleres de Scipioni Hnos., donde se recibió una gran ayuda de todo el personal. También se debió redimensionar el tren delantero, mejorar del sistema de amortiguación trasero, añadir frenos delanteros a disco, y optimizar la dirección.

Otra parte del equipo se está encargando del carenado, el revestimiento de fibra de vidrio que le dará aerodinámica al vehículo, además de proteger todos los sistemas y dispositivos, que también es una evolución de la versión anterior, con reformas que se adaptan a las exigencias del reglamento y que permitirán, por ejemplo, una mejor accesibilidad. Para estas operaciones se sumaron al trabajo miembros de la firma A4, en el diseño y ploteo de la estructura.

El techo del vehículo, que contendrá los módulos solares, será más grande y podrá entregar una potencia pico de 525Wp. Para esto también se debió modificar la estructura, en tamaño y materiales. Con la experiencia del año pasado, esta versión tendrá un sistema más seguro ante posibles fallas, y mejoras en los circuitos de seguimiento de la máxima potencia. Ingenieros y estudiantes ya están abocados al encapsulamiento de las celdas solares a partir de un desarrollo propio.

Debido a diversas trabas en la importación de productos, el equipo todavía no cuenta con la batería de ión litio necesaria para este tipo de vehículos, y que representa el corazón del auto. Con varias gestiones en marcha esperan próximamente poder acceder a la batería, si bien ya están trabajando en su sistema de monitoreo denominado BMS, una tecnología que se utiliza hace apenas dos años.

También se está renovando la electricidad, si bien se mantendrán varios de los esquemas anteriores, ya que demostraron una gran confiabilidad durante la carrera del 2011.

Otro grupo del equipo está concentrado en toda la electrónica, donde ya previeron una gran evolución.

El Pampa Solar II tendrá un sistema de instrumentación más completo, que permitirá medir en forma exacta las variables energéticas y mecánicas. Para esto utilizará un sistema de red de sensores como los que se utilizan en los automóviles convencionales de última generación. El conductor del auto solar podrá visualizar todas estas variables y la estrategia de la competencia a través de una Tablet, donada por la firma argentina Exo. Y a través de telemetría, se podrán compartir todos los datos y variables con el vehículo de apoyo, que debe acompañar al auto solar durante toda la carrera.

En este tiempo, además, se están definiendo los conductores del Pampa Solar II, quienes deberán tener un excelente estado físico y conocer el funcionamiento general del auto y sus dispositivos.

El impacto y la trascendencia del proyecto olavarriense, surgido de una Universidad Pública, motivó este año que vuelvan a sumar su apoyo varias firmas, organismos y entidades que reconocen la importancia de sostener las iniciativas ambientales, la investigación, la transferencia tecnológica, con la posibilidad concreta de mejorar la calidad de vida de la sociedad.