Desde las 8:30 de la mañana, tres nuevos testigos prestaron declaración.  Oscar Porcaro y su esposa Ana María Illescas dieron testimonio desde Italia vía zoom. Luego declaró telemáticamente Jorge Persson desde la sede Unicen Tandil.

Los tres testimonios se relacionan con las detenciones, secuestros y torturas a militantes que realizaban una volanteada el día 22 de agosto de 1975, frente a la fábrica Buxton en Tandil. De la elevación a juicio de esta causa surge que, en ese contexto fueron detenidos por personal de la Comisaría 2da de Tandil Oscar Antonio Porcaro, María del Carmen Flores, Diana Schatz, María Beatriz Acevedo y Nieves Isabel Santellán y alojados en dicha dependencia. El 27 de agosto todos los detenidos fueron trasladados a la Unidad 7 de Azul. Eran militantes universitarios peronistas. La volanteada versaba sobre la masacre de Trelew y el renunciamiento de Evita.

Oscar Porcaro relató que fue trasladado a la Comisaría de Azul, luego a otro lugar donde fue torturado. Lo interrogaban acerca de una lista de nombres “por suerte no conocía a ninguno” dijo. Finalmente lo devuelven a la Comisaría 1° de Tandil. Mientras tanto, su esposa Ana María lllescas de Porcaro era detenida en Olavarría. Ana María contó que fue con su padre a la Comisaría para recabar información sobre el paradero de Oscar y allí es retenida, luego trasladada al penal de Azul. Al ingreso, dijo que “me señalaron a Oscar, no lo reconocí, estaba desfigurado, estaba frente a mí y no lo conocí”.

Ana María Illescas permaneció detenida cuatro años y luego optó por el exilio para lograr la libertad. Las listas de quienes lograban esta posibilidad salían en el diario, “Oscar no estaba”. Ya en el aeropuerto, “me pidieron que firmara para que alguien pague, sería mi esposo, y les dije: Prefiero morir antes que firmar”. Finalmente, Ana maría llegó a Italia y allí espero 4 años más por Oscar. Luego de 8 años de prisión, Oscar fue liberado luego de la guerra de Malvinas (1982) con el régimen de “libertad vigilada” hasta pudo reunirse con su esposa en Italia.

Por su parte Jorge Persson, señalo que “luego de la proscripción y después del 73’, la militancia era muy difícil, no solo por miedo, estaba todo restringido, te mercaban y pasabas a ser un ‘sujeto no deseado’, ni se te acercaban porque eras un peligro”. En ese sentido recordó que “en la universidad había un personaje que era alcahuete de la policía, y otros, que te marcaban y te seguían. En el 76 se desata la persecución fuertemente”

La próxima audiencia será el viernes 17 de febrero a las 10:30h. Recordemos que este proceso inicio el 25 de febrero de 2022, hasta al momento se desarrollaron 24 audiencias y 68 testimonios de víctimas, familiares y testigos. Se estima que a fin de este año podría haber sentencia. 

Por Soledad Restivo - Agencia Comunica/Unicen