Miércoles 15 de Enero de 2025

CULTURALES

2 de abril de 2023

Padre Kolbe: Domingo de Ramos

El Domingo de Ramos es simbólicamente la “puerta de entrada” en la que los cristianos se preparan para entrar en la Semana Santa y dirigirse a la Pascua.

¿Quién pasa primero por la “puerta de entrada”?: ¡Jesús de Nazaret! “…. hace su ingreso a Jerusalén, en un humilde burrito dirigiéndose hacia la culminación de su vida terrena.

Mientras la gente esperaba que llegara con solemnidad para la Pascua “el libertador poderoso” para celebrar la victoria sobre los romanos “con la espada”; Él va a Jerusalén para cumplir las Escrituras y para ser colgado en la cruz, el trono desde el cual reinará por los siglos, atrayendo a sí a la humanidad de todos los tiempos y ofrecer a todos el don de la redención. (…) “¿Qué le sucedió a aquella gente, que en pocos días pasó de aclamar con hosannas a Jesús a gritar ‘crucifícalo’?” En realidad, aquellas personas seguían más una imagen del Mesías, que al Mesías real. Admiraban a Jesús, pero no estaban dispuestas a dejarse sorprender por Él.

El asombro es distinto de la simple admiración. La admiración puede ser mundana, porque busca los gustos y las expectativas de cada uno; en cambio, el asombro permanece abierto al otro, a su novedad. Hoy, también hay muchos que admiran a Jesús, pero que, sin embargo “sus vidas no cambian”, es necesario “seguir su camino, dejarse cuestionar por Él, pasar de la admiración al asombro”. Lo que más sorprende del Señor y de su Pascua, es “el hecho de que Él llegue a la gloria por el camino de la humillación”.

Él triunfa acogiendo el dolor y la muerte, que nosotros, rehenes de la admiración y del éxito, evitaríamos. […] Sorprende ver al Omnipotente reducido a nada. Verlo a Él, la Palabra que sabe todo, enseñarnos en silencio desde la cátedra de la cruz. Ver al Rey de reyes que tiene por trono un patíbulo. Ver al Dios del universo despojado de todo. Verlo coronado de espinas y no de gloria. Verlo a Él, la bondad en persona, que es insultado y pisoteado ¡Es necesario dejarse sorprender por la inmensidad del amor de Dios por sus criaturas! (Papa Francisco).

Al pasar por “ la puerta de entrada” del Domingo de Ramos ,decía el papa Benedicto XVI les deseo : “… que reinen en ustedes dos sentimientos: la alabanza, como hicieron aquellos que acogieron a Jesús en Jerusalén con su «hosanna»; y el agradecimiento, porque en esta Semana Santa el Señor Jesús renovará el don más grande
que se puede imaginar, nos entregará su vida, su cuerpo y su sangre, su amor. A un don tan grande debemos corresponder con el don de nosotros mismos, de nuestro tiempo, de nuestra oración, de nuestro estar en comunión profunda de amor con Cristo que sufre, muere y resucita por nosotros”.

(*) Angélica Diez, Misionera de la Inmaculada Padre Kolbe, Olavarría.



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