Sábado 21 de Diciembre de 2024

OPINIóN

14 de abril de 2024

¿Es para festejar el nuevo índice de inflación?

Reflexión emitida por Libres del Sur, conocido el dato del INDEC este último viernes.

El INDEC, (Instituto Nacional de Estadística y Censos) informó que la inflación de marzo fue del 11,9%, llevando el costo de la canasta básica a la suma de 773.856$ para una familia de 4 integrantes, dos adultos y 2 niños en edad escolar. Medida en forma interanual el incremento es del 287,9%, mientras aquel marzo registraba una inflación del 7,7% y la misma canastita valía 191.228$.

Motosierra para recortar trabajadores indiscriminadamente, echando a la misma bolsa ñoquis y no tanto, sin ninguna distinción, pagando aquellos que religiosamente se esforzaron por cumplir cada hora con la tarea que le fuera asignada. Licuadora para generar pérdida del poder adquisitivo a costa de las ganancias que les está generando a las empresas qué se llevan además del salario, los ahorros de quienes han tenido ese logro.

No hace mucho, el sinceramiento de precios venía, según palabra de empresarios, por el permanente incremento del dólar ilegal (blue), habiéndose el mercado encontrado con la pérdida de la oferta y la demanda, porque el ahorrista los liquida solo para llegar a fin de mes y aquel que antes pudo comprar ya no lo hace porque ya no le sobra, mientras que las empresas deben llevarlo a la liquidez oficial para costear pagos registrados, entonces la falta de billete verde en la calle acorraló a los arbolitos que han tenido que bajar sus expectativas y redondear para abajo, más esa baja no tuvo real impacto en las góndolas y en las boletas, más bien ahora, en agradecimiento a la premisa del gobierno de Javier Milei quien afirma caminar en pos de la senda del equilibrio fiscal, quita subsidios a las empresas, y ante esa falta de dinero, traslada un supuesto costo, al incremento del bien que ofrecen, abonándolo el trabajador, la casta, esa que a la fuerza se reconoció como tal por imposición, no por considerarse privilegiados de su rol de empleado.

Ante este avance es que, desde Libres del Sur, volveremos a insistir en que se congelen los precios de alimentos y tarifas, cuando los números del costo de vida están por encima del salario que podemos llegar a percibir, entendiendo en esta línea, que sos vos, quien debe expresarse, nosotros sumamos el instrumento y la iniciativa, está en tu firma, exponer tu pasar. Nuestra anterior intervención, sumó casi dos millones de firmas, la justicia desestimó unas 500 mil, al gobierno de turno esa acción lo incómodo, por ello, la presidenta de la cámara de diputados de aquella gestión, Cecilia Moreau, no permitió el ingreso del proyecto al recinto para no enaltecer a un partido político, que no era de ellos, ni con ellos, y poner en evidencia el logro de tal acompañamiento, y de tratarse, pondría en jaque a quienes se opusieran, entonces, ¿Qué hicieron? Crearon el supuesto techo para las empresas, donde no podrían aumentar por sobre el 4% mensual, y así, "controlar los precios", y que podamos tener previsión con respecto al mes siguiente, sin embargo, más allá del relato, típico, en la góndola ni en la boleta, aquello no funcionó, porque el ejecutivo solo fue duro en la palabra, pero muy blando en las acciones y la guerra contra la inflación terminó siendo un mal juego de consola que nadie quiso jugar.

Ahora bien, la pérdida del poder adquisitivo tiene sus adherentes, no solo es impulsado por el gobierno nacional, desde la provincia se sumaron, recuerden que fuertemente el gobernador A. Kiccilof aumentó, entre otros, el impuesto inmobiliario, patentes, intereses de vencimientos de facturas de servicios, se endeudó en dólares y para no ser menos, la gestión local aporta su granito de arena, aumentando un 106% los impuestos, y sumando más empleados a la planta municipal, lo que se traducirá a priori, en la falta de obras que dijo en campaña, haría si lograba llegar a la intendencia.

En definitiva, todos y cada uno, sin distinción político partidaria nos arrastran, a que paguemos con creces el costo de ser la casta, mientras sus sueldos millonarios logran posicionarlos como los compradores de nuestros ahorros, logros y miserias, convirtiéndolos en los nuevos ricos de esta ciudad, provincia y la patria que caminamos, porque ni el cole o nuestro auto podemos ya, libremente utilizar.



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