En primera instancia, comentó que el fiscal de la causa (Roberto Javier Belingeri, de la UFI N°2) dio la orden de detención de dos personas. “Se estuvo trabajando todo el fin de semana, intentando acelerar al máximo el accionar de la justicia”, manifestó.

 “La joven está atendida, controlada y contenida en el Hospital junto con su hijo, hasta que se la derive a un hogar convivencial.  Mientras tanto tenemos todo el equipo interdisciplinario atendiendole las 24 horas del día”, describió, en relación al estado de la niña. 

La comunidad, conocido el caso, reaccionó. “Hubo amenazas de limpiar un poco el domicilio, de destruirlo. Ahí lo que se intentó es de alguna manera contener la situación a través de la Policía, y sacar las personas que estaban adentro. Había que sacarlas del ámbito de esa casa y trasladarlas a algún lugar”, indicó.

Mencionó que debió cancelar las vacaciones debido a que los disturbios no cesaban. De hecho, vecinos autoconvocados incendiaron el portón de la casa de la fiscal Patricia Hortel, quien no tiene relación con el caso. Además, la pueblada alcanzó al Palacio Municipal, donde rompieron algunos vidrios.

En otro orden, comentó los hechos que sucedieron en la tarde de este lunes, en el que el padrastro y la madre de la niña fueron detenidos, por orden del fiscal Belingeri. Ambos fueron atrapados cuando intentaban fugarse. Para el padrastro, los argumentos de la detención son ‘abuso sexual, con acceso carnal, agravado reiterado’, mientras que para la madre, ‘falso testimonio y encubrimiento’.

“La mayor presión que teníamos era justamente detener a ambas personas, que inclusive una de las cosas que también generó mucha conmoción en la sociedad es verlos transitar en un campo, como alejándose, caminando solos, eso generó mucha bronca”, consideró Salomón, en relación al intento de fuga de los acusados, que se viralizó por redes sociales. 

Finalmente, aclaró:  “Nunca podemos estar en contra de los reclamos y los pedidos de justicia porque en definitiva es parte de la expresión natural y espontánea de la gente. Si nada nos sorprende de este tipo de hechos aberrantes, evidentemente estamos en un problema”.

 “Lo que uno no puede estar a favor es ni de la destrucción, ni de los hechos vandálicos, ni nada por el estilo, y de la justicia por mano propia.Y por supuesto tampoco dañar los edificios públicos, ni los privados”, concluyó.