El Director de Inspección Sanitaria y Bromatología, Federico Larroudé indicó “la raíz de este problema fue que el transporte ingresó con el equipo de refrigeración apagado y lo prendió cuando fue sometido al chequeo de calidad de los alimentos; y empezó a funcionar bien. Muchas veces lo apagan para ahorrar combustible".

Larroudé manifestó que "en la mañana de hoy desde la Dirección de Inspección Sanitaria y Bromatología, dependiente de la Secretaría de Prevención y Atención Sanitaria se remitieron las actuaciones al Juzgado Municipal de Faltas para que se determinen posibles sanciones a la empresa de transporte".

Se recuerda que, en el marco de los operativos periódicos realizados por la Dirección de Inspección Sanitaria y Bromatología, a fin de controlar la calidad de los alimentos consumidos por la población, se procedió a controlar la unidad identificada como Pastas y Lácteos para Todos este miércoles.

En la oportunidad, personal encargado de las tareas de inspección sanitaria, constató que la mercadería transportada no es apta para consumo humano.

Con respecto a las temperaturas el termómetro indicó en pastas 14 ºC (fideos), 17,4 ºC (sorrentinos), siendo el máximo admitido en los rótulos de estos productos de 10 °C. En fiambres, la temperatura determinada fue de 14,5º C (mortadela), siendo el límite máximo fijado en su rótulo de 5ºC, lo cual indica corte de cadena de frío.

Asimismo, al controlar temperatura y rótulos de los productos, se observó que algunos de los mismos carecían de rótulos (quesos trozados) y otros con rótulos incompletos donde no constaba procedencia (lugar de elaboración y planta elaboradora).

Por ello, personal de la Dirección de Inspección Sanitaria y Bromatología efectuó el re-precintado de la unidad de carga y se reenvió a su lugar de origen, con la solicitud de esta Dirección de la remisión de una constancia de recepción de los productos en cuestión.

El Director de Inspección Sanitaria y Bromatología, Federico Larroudé, indicó “cuando no se respeta la cadena de frío ya no es válida la fecha de vencimiento que tiene el producto”. 

Y por último agregó: “esto significa un riesgo para la población, ya que cada producto tiene una carga bacteriana normal que con el frío se mantiene estable, pero cuando se rompe la cadena, la bacterias comienzan a reproducirse y pueden llegar a un nivel de concentración tan alto que es dañino o producir toxinas nocivas para la salud”.