La primera dosis se da a los 2 meses y la segunda a los 4 meses de vida.

En este sentido, los niños nacidos a partir del 1° noviembre de 2014, a los dos meses de vida, deben recibir la primera dosis, y una segunda a los 4 meses.

De esta manera previenen la causa más común de diarrea severa en niños, especialmente entre los 6 meses y 5 años de edad. En los casos más graves, la deshidratación generada puede llegar a ser mortal.

Al respecto, la Directora de Epidemiología, Dra. María del Carmen Weiss; explicó que “hemos recibido los stocks correspondientes a Olavarría por parte de la Región Sanitaria IX. Las vacunas ya se encuentran a disposición en los puestos de vacunación habilitados,  en hospitales y CAPS (Centros de Atención Primaria de la Salud), tanto en nuestra ciudad como en las zonas serranas”.

El Secretario de Prevención y Atención Sanitaria, Lic. Ramiro Borzi; destacó: “En todos los casos es muy importante mantener completos los esquemas de vacunación, porque es ésta la manera más eficaz de prevenir enfermedades y mejorar no sólo la calidad de vida individual sino la salud pública”.

La vacuna, incorporada Calendario en el marco del Programa Remediar del Ministerio de Salud nacional, previene el Rotavius, una infección intestinal muy contagiosa que se transmite de una persona a otra por el contacto directo con las manos contaminadas con el virus, el cual puede sobrevivir durante varias horas en ellas. También se transmite vía fecal, por consumo de agua o alimentos contaminados, o por entrar en contacto con superficies en las que permanece el virus.

Los síntomas mediante los cuales se manifiesta el virus son similares a los de la gastroenteritis: vómitos, diarrea a repetición, fiebre y dolor abdominal.

Ante la aparición de  dichos síntomas, es necesaria la pronta consulta médica; ya que hay riesgo de deshidratación.

Además de la vacunación, para prevenir la enfermedad es importante respetar las medidas precautorias como el lavado de manos con agua y jabón, en especial después de ir al baño y/o cambiar pañales, y antes de comer; la correcta desinfección de utensilios y lavado de alimentos; el  consumo de agua potable, o en caso de no contar con esta posibilidad, hervir el agua o potabilizarla con dos gotas de lavandina por litro; evitar el contacto de los niños con personas enfermas y mantener la lactancia materna durante el primer año de vida de los bebés