El magistrado explicó a quienes va a alcanzar la nueva edad de punibilidad, según el proyecto.

Manifestó que serán objeto los chicos de 15 que asesinen, secuestren o cometan abuso, que son los crímenes más graves que tiene el Código.

Además, señaló que la prisión es la última opción para los jueces, que tienen varias herramientas más, previamente.

López, por otro lado, diferenció entre imputabilidad y punibilidad.

La primera es que la persona se hace responsable del delito del que se lo acusa y se lo puede judicializar.

La punibilidad tiene que ver con una sanción. En la actualidad, afirmó, los chicos son punibles, pero no imputables. Un chico que comete un delito grave, se lo pone en un instituto, dijo.

Hablando de legislación comparada, Pagliere afirmó que internacionalmente hay un promedio de imputabilidad de 14 años y, regionalmente, el promedio es más bajo.

Consideró que no es lineal el pensamiento “ahora que soy punible no cometo delito”, pero si, expresó, tiene algo de educativo.

López, desde otra óptica, consideró que hay que hacer mucho antes que el chico llegue a ser condenado.

Falta amor y contención, dijo, basado en su experiencia de dar clases en la Comunidad Cumelén y en las escuelas de las cárceles de Sierra Chica.

Calificó como ‘desgarradoras’ algunas historias.

Profundizando en el proyecto, Pagliere, repasó que hay muchos puntos de la legislación que están bien, ya que regulan cuestiones que no están reconocidas hoy.

Reiteró que la cárcel es una excepción en la norma.

Para López es muy baja la incidencia de los chicos en los delitos y, salvo excepciones, son cuestiones menores, que deben encender las alarmas del Estado.