Alak afirmó que en Octubre del 2018 la Casación bonaerenses se refirió al estado de ‘Crisis Humanitaria’ que había en el Servicio Penitenciario. Añadió que luego de la asunción de Kicillof en 2019 se desarrollaron huelgas de hambre de internos debido a falta de comida y medicamentos, que fueron desactivadas con mesas de diálogo.

El plan de infraestructura busca ampliar la capacidad de las cárceles, afirmó. Y reiteró que no hay ningún plan para liberar internos.

Kicillof calificó como aborrecible que se le dé prisión domiciliaria a quienes han cometidos delitos graves. Dijo que no están de acuerdo, pero se despegó, dando cuenta que esas decisiones las toma el poder judicial.

Espera que las decisiones que han causado miedo y angustia se revierten, pero debe ser potestad de la Justicia y él cree que la Corte pondrá orden, ya que él no lo puede hacer por la división de poderes.

El gobernador, por otro lado, fue crítico de la herencia dejada por su antecesora, en lo que tiene que ver con la política carcelaria.

Señaló que fueron recibidos por una huelga de hambre de más de 10 mil internos que no comían bien, porque no se les había pagado a los proveedores.

Reconoció que tampoco se han pagado obras, que estaban paradas, y que ellos, tras haber abonado, las continuarán y forman parte de estas 1350 plazas que se prevé aumentar.