Consideró que la Sociedad argentina necesita gobiernos que solucionen problemas y que no llenen de discursos.

Para él hay ‘cierto cansancio’ con la dirigencia política.

En esa línea afirmó que Juntos sacó la misma cantidad de votos que en la PASO de 2019 y una parte importante del electorado que había votado al gobierno no concurrió para no votar en contra, pero no tenía expresión en donde representarse.

Manifestó que ‘se terminó’ la imposición dirigencial, cosa que es un llamado de atención para toda la clase política.

Sostuvo que la Izquierda quedó como tercera fuerza, tomando votos que perdió el peronismo kirchnerismo, por dejar de representarlos intereses de esos votantes.

Realizó un repaso del Frente de Todos a nivel seccional, incluyendo el ‘voto de confianza’ a Ezequiel Galli en Olavarría, cosa que impactará en el ordenamiento seccional de Juntos.

Resaltó el papel de ‘Bali’ Bucca que ‘salió a buscar los votos’.

Señaló que desde el 2013 para adelante, los votantes dan un espacio para los espacios que se ponen por fuera de la grieta.

Allí la colocó a Arouxet, que tiene una clara posición contra el Municipio, cosa que el Frente de Todos no logra solidificar a nivel local, dijo.

Añadió que no participará partidariamente en política y que está preocupado por la baja inventiva de los gobiernos municipales en general.

A futuro, afirmó que el peronismo tendrá que reflexionar el por qué le cuesta tanto representar a los votantes y sectores de fuera del AMBA y ser más federal.

El punto es la ampliación de las coaliciones. Acá destacó lo hecho por Ezequiel Galli y lo diferenció de lo hecho por el Frente de Todos en Olavarría.