Acompañada por el vicepresidente Amado Boudou, en medio de las derivaciones del Caso Ciccone, la mandataria informó el "redireccionamiento de susbsidios destinados a tener nuevos sujetos para la compra de camiones" porque "muchísimos trabajadores no tienen las condiciones que requieren los bancos".

"Vamos a financiar a las terminales y sus concesionarias para que sean ellas las que puedan financiar a sus clientes" para comprar "camiones, acoplados, remolques, semiremolques", dijo.

El acto se realizó horas después que renunciara el Procurador General de la Nación, Esteban Righi, quien la semana pasada había sido duramente atacado por Boudou.

Según el Gobierno, la medida generará la ampliación de la capacidad instalada de producción y 2500 nuevos empleos. El programa tiene mecanismos –con la garantía de los fabricantes- "que permiten el acceso a personas o empresas con dificultades de calificar en el sistema bancario".

El programa del Banco Nación de créditos blandos a tasas bonificadas fijas en pesos de entre el 5% y el 9% anual, estará disponible para ampliar o renovar la flota de transporte e impulsar la "producción nacional" y venta de camiones.

El programa cuenta con un cupo de 8.500 millones de pesos en el primer año y la bonificación de la tasa depende del tamaño de la empresa y de la ubicación geográfica de la misma. El nuevo esquema de financiamiento también comprende a personas y pymes que tengan dificultades de acceso al crédito bancario, informó el Ministerio de Industria.