Aclaró que “El que solicita la bendición pide, por favor, que lo que él hace bien, sea tenido presente por el Señor. Lo que vos hacés es implorar la bendición sobre ese gesto humilde, de una persona que lo solicita como para que se confirme que lo que hace bien, está bien”. 

A la consulta si puede leerse como una apertura de la Iglesia, Salaberry lo descartó ya se hace “hace años esto, no solo con Francisco. Un cuidado que ha tenido siempre la Iglesia es justamente hacer esa distinción” entre el rito y el Sacramento.

“Son cosas que están ya muy claras ¿Por qué se insisten tanto en estas cuestiones? Y porque hay un purismo por ahí latente que no nos ayuda” sostuvo.

Ejemplificó con que “los padres de familia no son tan puristas, ni las madres, porque hoy en día, hay muchas decisiones que toman los hijos que son inesperadas, a veces. A veces contrarias a lo que esperaban los papás de ellos. Y vos no vas a decir, este no es hijo mío porque no hizo lo que yo quería”. 

Manifestó que hay muchos temas que se resuelven mano a mano entre los fieles y los sacerdotes, basados en el derecho canónico, pero, asimismo, “cuando uno se emperra en pasar por el filtro, no pasamos ni nosotros por el derecho canónico”, expresó.

“Siempre serán bien recibidos la gente que venga”, explicó, al mencionar la cuestión de la contención de los fieles. 

“El asunto es: cuando vos lo que viene tenés que incorporarlo, ese es el desafío tuyo”.

Fue contundente con el ‘termómetro’ que las Cáritas reflejan en los últimos tiempos de un aumento en la ayuda solicitada.

Reiteró que no es algo científico, pero si es un hecho que cuando la gente está mal, se acerca a Cáritas a pedir ayuda.