Es muy baja la probabilidad que un humano se contagie de un caballo porque la carga viral de estos animales infectados es baja, expresó.

Los síntomas comienzan con un cuadro febril agudo, como muchas otras enfermedades, y también hay pacientes que no presentan cuadro clínico alguno.

Incluso, otro síntoma, puede ser que la persona se desoriente, o sea, alguna alteración neurológica.

La enfermedad puede producir cuadros meninges muy fuertes, sentenció, aunque acudiendo a tiempo a un efector de salud, se sobrelleva bien.

Respecto a alguna prohibición de transporte o de doma, indicó que no la hay, que desde noviembre se pide colaboración a quienes organizan este tipo de actividades, que las eviten.

De todas maneras, la exigencia desde el 1 de febrero, es que los animales que se transporten deben tener dos dosis de la vacuna.

Respecto al dengue, reiteró las medidas habituales y señaló que están teniendo muchas consultas de localidades de la región.

Diferenció el mosquito que transmite el dengue, del que transmite la encefalitis, ya que el primero sí es domiciliario y se depende mucho de las acciones individuales para evitar su proliferación.