“Me alegra ver a mi familia, a mis compañeros, estar con ellos, el abrazo me motiva y estoy feliz de llegar, pero hay un sentimiento encontrado. Fuimos a una misión triste donde personas que tienen su familia no pudieron salir de ahí”, explicó en primer lugar.

“Nosotros trabajábamos desde las 12 de la noche a las 12 del mediodía de manera continua. Descansar es ahí nomás, un ratito”, contó en relación a como se fueron desarrollando los días. “Es desesperante y preocupante. Pasan los días y decís ‘no tengo nada para entregar a la familia’ y eso es lo que por ahí duele”, reconoció.

En cuanto al trabajo específico que realizaron, comentó que en su sector había diez personas:  un técnico de seguridad, para mirar la seguridad de las personas todo el tiempo, que con un silbato frena la actividad si ve que están en riesgo. También había un médico constantemente con el grupo.

Luego dentro de cada grupo había alguien iba rompiendo el piso y otros, revolviendo escombros. También estaban las grúas para materiales más pesados.

Reveló que al lugar llegaron nuevos bomberos de otros cuarteles para seguir buscando. Aclaró que no está el dato de que hay más personas, pero que la Fiscal del caso insistió.

Por último, indicó que constantemente estuvieron expuestos al peligro, de hecho, hubo algunos accidentes pequeños. “Es riesgoso porque estás sacando escombros constantemente”, concluyó.