Viernes 19 de Abril de 2024

LA PROVINCIA

22 de diciembre de 2013

Buenos Aires busca sacar más provecho de sus buenos vientos

Dos iniciativas de envergadura anunciadas en los últimos días abren un interesante panorama para el desarrollo de la energía eólica en territorio provincial

Uno de los territorios con mayor capacidad de generación eólica de Argentina, la Provincia de Buenos Aires parece finalmente dispuesta a sacar más provecho de ello. En los últimos diez días el gobierno bonaerense anunció dos proyectos que podrían significar un avance sustancial: por un lado, la creación de un polo tecnológico para comenzar a fabricar aerogeneradores nacionales de alta potencia; por el otro, el desembarco de capitales extranjeros que buscan instalar en Tres Arroyos uno de los parques eólicos más potentes del país. 

A menos de una semana de que las autoridades del ministerio de Economía bonaerense anunciaran junto a empresarios chinos una inversión de 200 millones dólares para instalar dos centrales eólicas en Reta y Copetonas, sus pares del ministerio de la Producción firmaron el miércoles pasado un acuerdo para impulsar desde Astilleros Río Santiago el desarrollo de tecnología eólica nacional. 

El acuerdo, subscripto con la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCYT) y un consorcio público privado del que participa la UNLP, apunta concretamente financiar la instalación de un polo tecnológico capaz producir en serie los primeros aerogeneradores de alta potencia 100% Mercosur. 

Sucede que uno de los principales obstáculos que tiene el desarrollo de la energía eólica en nuestro país está en que casi la totalidad de los equipos deben ser importados, lo que eleva su costo de instalación a unos 26 millones de pesos por cada aerogenerador. Y es que de las cerca de 8 mil piezas que componen un molino eólico de alta potencia, sólo una se fabrica hoy en Argentina con certificación internacional; las torres de hasta 60 metros de alto que los sostienen. 

El resto proviene mayormente de Alemania o China. En este contexto, la gran apuesta del consorcio -integrado también por Metalúrgica Calvino, la empresa bonaerense que ya fabrica las torres- pasa por lograr una turbina eólica que se ajuste a normas de calidad internacional, lo que representa cerca del 60% del costo del aerogenador. 

Frente a ese desafío, tanto Astilleros Río Santiago como la Universidad Nacional de La Plata juegan un papel fundamental.



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