La Mesa Nacional Peronista Agropecuaria, se reunió la semana pasada en la ciudad de Saladillo, provincia de Buenos Aires y dió a conocer un documento donde destacan la mala praxis y fuertes evidencias de corrupción y actividad dolosa en el manejo de los negocios del Estado, por parte del actual Poder Ejecutivo.
Para los productores enrolados en el peronismo disidente "las actuales políticas y acciones del gobierno de Cristina Fernández están conduciendo a una debacle de la economía argentina, pocas veces vista en su historia"
 
La Junta Promotora de la Mesa Nacional Agropecuaria integrada por Soledad Diez de Tejada Cossio, Silvia Raquel Almazan, Fernando Salvadori, Jose Bustingorri, Jorge Garmendía, Santos Zuberbuhler, German Zarantonello, Mariano Farias y el economista y dirigente santafesino, Rodolfo Vacchiano, entre otros,  se queja del explícito manejo autoritario de CFK, "no compatible con el sistema democrático y ha gestado un Estado unitario y refractario a una estructura republicana".
 
"El actual gobierno es el depositario de aquellos grupos y sectores que el General Perón echó de la Plaza de Mayo, y que fueran forjados y armados dentro de procesos militares y producto de los conflictos internos de los mismos, y no de las contradicciones que suelen darse naturalmente en el seno del Pueblo", reza parte del documento donde son visibles las críticas a la presidente Cristina Fernández.
 
"Los hombres de campo en general, y los militantes peronistas del sector agropecuario, que participamos de la Mesa Nacional Peronista Agropecuaria, estamos en lucha contra este nuevo intento de saqueo a la producción. Saqueo utilizado para seguir sosteniendo el parasitismo de sectores, que en nombre de una falsa apelación “al modelo” que no existe y a ensalzar hombres y nombres de una historia reciente que no registra ninguna honra", firmaron los productores autoconvocados.
 
EL DOCUMENTO
 
Las actuales políticas y acciones del gobierno nacional están conduciendo a una debacle de la economía argentina, pocas veces vista en su historia.
 
Las mismas son producto de mala praxis y fuertes evidencias de corrupción y actividad dolosa en el manejo de los negocios del Estado, por parte del actual Poder Ejecutivo.
 
El mismo además tiene un explícito manejo autoritario, no compatible con el sistema democrático y ha gestado un Estado unitario y refractario a una estructura republicana.
 
Esto es aún más evidente, cuando se pretende cooptar y destruir desde el poder al Movimiento Nacional  Justicialista, cuando es el peronismo el que ha dotado de una identidad nacional, popular, de Justicia Social y de grandeza, a la Nación Argentina.
 
El actual gobierno es el depositario de aquellos grupos y sectores que el General Perón echó de la Plaza de Mayo, y que fueran forjados y armados dentro de procesos militares y producto de los conflictos internos de los mismos, y no de las contradicciones que suelen darse naturalmente en el seno del Pueblo.
 
El Peronismo, que tuvo en su conductor y fundador a un hombre que provenía del seno del ejército, es un movimiento producto de la cultura del esfuerzo y del trabajo, y respetuoso del sistema institucional, tanto que siempre llegó al poder de la mano de su Pueblo en elecciones limpias y sin  proscripciones.
 
Los peronistas hemos sido siempre respetuosos del sistema democrático y de la constitución, hemos sido siempre las víctimas y los destinatarios de la violación de la ley fundamental, de los derechos y libertades del Pueblo argentino, entregando la mayor cantidad de víctimas en la última dictadura, como no lo han sido los actuales integrantes de este gobierno con su aventura golpista y represiva del Pueblo argentino. Por eso tenemos el derecho y la obligación, sin ningún tipo de suspicacias, de plantear la salida institucional inmediata, al caos y perversión del sistema democrático, republicano y federal, al que el actual unicato gubernamental  nos está llevando.
 
Por lo tanto entendemos, que si el colapso y la destrucción de la economía, la perdida sistemática de nuestras libertades y el sistema institucional de nuestro país reside en la evidente incapacidad, intencionalidad política de mala gestión y fuertes sospechas de corrupción en todo el esquema de gobierno, deberá ser con la Constitución Nacional en la mano que se deba juzgar y sancionar ya a un mal gobierno.
 
Entendemos que se han cumplido sobradamente las causales de incumplimiento y violación de la ley y los deberes y responsabilidades de funcionarios públicos del Poder Ejecutivo Nacional.
 
Queda también claro para los hombres de campo, que somos además militantes peronistas, que en la debacle de este modelo de apropiación de rentas, de incentivación del subsidio para no producir al menos lo que se consume, como diría el General Perón, y de destrucción del aparato productivo y de la unidad sindical, que el último y único bolsillo que le queda a este proceso es seguir echando mano al sector agropecuario, máximo generador de bienes, riquezas y divisas para el país.
 
Primero fue el intento institucionalmente abortado por las luchas, piquetes y movilizaciones del campo contra la resolución 125, actualmente es el impuestazo de los inmobiliarios y valuaciones rurales impulsada a través de la coacción que se hace de los gobiernos provinciales, y seguirá de la mano de nuevos golpes impositivos como ingresos brutos a la producción y, seguramente, retenciones provinciales adicionales a las vigentes para seguir sosteniendo este esquema prebendario, de corrupción y negocios para empresarios socios y amigos, de subsidio para ocultar la falta de empleo y de trabajo, y de desmanejo del Estado nacional y los gobiernos provinciales.