Si se tiene en cuenta cómo se vienen dando las cosas desde principios de año, el panorama no es nada bueno. Mucho ha influido la política llevada adelante por el kirchnerismo como la estatización parcial de YPF, la profundización de los controles a las importaciones y la restricción total a la compra de dólares para atesoramiento. Dentro de ese panorama, solo la suba del precio de la soja parece ser una buena noticia.

Sin embargo, un informe de consultora Analytica se muestra optimista respecto a los meses que vendrán:

Frente a este panorama de economía gris, la perspectiva para el segundo semestre del año es algo más favorable. En primer lugar porque difícilmente se pueda sumar una conjunción de factores tan estresantes para las expectativas como los que se dieron entre abril y junio pasado. El gobierno ha logrado acotar al mínimo la fuga de capitales y ahora busca moderar los daños colaterales del cepo mediante políticas específicas. Por ejemplo con los créditos a tasa subsidiada, fondeados por la ANSES ($20.000 M), destinada a la construcción de viviendas.

En igual sentido apunta la medida que obliga a los bancos a volcar 5% de sus depósitos privados a créditos productivos de largo plazo y a tasas subsidiadas (15%).

Si bien ninguna de estas medidas tendrá efectos inmediatos, lo cierto es que ratifican la voluntad oficial de estimular —con estilo propio— la inversión. De hecho es probable que en los próximos meses se sumen otras destinadas a apuntalar el nivel de actividad".