“El proceso de trasplante es una actividad compleja. Es un proceso complejo. Teniendo en cuenta que se lo puede dividir en dos etapas”.

“La primera etapa es donde se procura el órgano y la segunda etapa es donde este órgano se le asigna a un receptor y se implanta. Pensemos que, por ejemplo, en una etapa, en un proceso de donación en donde uno puede obtener un órgano a partir de una persona fallecida que haya decidido donar, puede ser un proceso en el cual intervienen hasta 100 personas”.

“Con una logística bastante compleja porque el hecho de que esos órganos sean distribuidos para quien más los necesite puede implicar que ese donante pueda estar en un lugar del país y el receptor en otro muy distante con lo cual unir esas dos personas, la que va a donar y la que va a recibir, requiere una logística compleja. Más allá de lo que es en sí mismo el proceso y la complejidad de poder sostener una persona fallecida, en pos de poder procurar sus órganos y que sus órganos sean vitales y sirvan”.

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"Pero además no es solo eso, sino también la complejidad misma de la donación en términos de que la gente puede imaginar o haber escuchado en algún relato que si hay tantas personas fallecidas en un país tiene que haber exactamente la misma cantidad de donantes, si no es así, que todos podemos ser donantes, quizás en el momento de fallecer no todos podamos lograrlo porque hay distintas causas por las que una persona puede fallecer que invaliden un proceso de donación".

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“Se pueden ver los resultados en otros países, de cómo funcionan sistemas de salud en donde, digamos la, justamente la asistencia en salud es paga, donde uno obtiene acorde a lo que tiene. Eso, si entiendo que hay muchos ejemplos para poder mirar el resto del mundo y ver justamente la cantidad de personas que quedan excluidas de estas prácticas de salud”.

“Supongamos que yo soy una persona de una condición social humilde, con escasos recursos y tengo una enfermedad que hace que mi hígado deje de funcionar. Ya acceder a un hospital para poder hacerme todos esos estudios previos a determinar que voy a entrar en una lista de espera sería casi imposible, porque habría que pagarlo en un sistema mercantilizado, en una salud de mercado. Y suponiendo que yo los pudiera pagar, después tendría que ir a pagar por un órgano que sería prácticamente imposible”.

“Pagar por una cirugía para poner ese órgano, pagar por todo el tratamiento que implica después de implantarse un órgano sostenerlo. Creo que eso dejaría afuera de la posibilidad de trasplantarse a un porcentaje muy alto de personas en nuestro país al menos”.