A partir de comprender la necesidad existente en la vecina ciudad de crear una escuela agropecuaria, Torassa comienza a adentrarse en la problemática que atravesaban las escuelas rurales, con algunas situaciones limitantes que hacían que alrededor de 300 chicos estuviesen en inferioridad de condiciones a la hora de estudiar.

Así nace la ONG Azul Solidario y es como  un grupo de personas tanto del ámbito público como del sector privado comenzaron a interactuar buscando alternativas para modificar las condiciones de estudio en el sector rural.

Actualmente, y tras un proceso largo, tienen a las 32 escuelas rurales del distrito con antenas satélites que les permiten tener conectividad además de poder acceder a las materias especiales como educación física, música y plástica.

Lo más importante, en palabras de Torassa, es que la sociedad civil Azul Solidario se comprometió con cuestiones que hacen a la gestión pública como es la educación, logrando concretar proyectos que el Estado hoy por hoy no puede alcanzar por sí solo. “El compromiso del ciudadano también hace a que los procesos puedan mejorar”.  

“La función y la misión de Azul Solidario es fortalecer la gestión público-privada, con redes abiertas y flexibles en las que cada una aporta recursos para mejorar la calidad de vida y desarrollo de los parajes rurales”, dijo Torassa, “esto es lo que nosotros creemos que es innovador y replicable”.

Finalmente, comentó como se logró concretar en el 2011 el sueño de tener una escuela agropecuaria en la ciudad de azul, a partir de una gestión mixta entre lo público y lo privado.