Se trata de la baja de lo conocido como “precio PAMI” donde estaban incluidas varias drogas que se prescriben a los afiliados, con un precio distinto del público en general, pero además, con un porcentaje muy alto de cobertura.

Ese listado no está usándose más y hay medicamentos que pasan a tener el descuento que tienen con todas las obras sociales: 40%, pero además, del precio lleno, y no del precio más bajo, que tenía en ese vademecum especial.

Ejemplificó que las recetas de los jubilados que costaban unos $5 mil pesos, ahora pasaron a valer 40, 50 ó 60 mil pesos.

Afirmó que sucede con muchos afiliados, pero aún, explicó, no están viendo casos de pacientes que tengan que dejar remedios por el costo.

Esto, dijo, puede ser porque hay algunos que tienen stock, porque podían retirar para más de un mes. “Este no lo llevo ahora, después vemos”, expresan.

Respecto a dónde está la responsabilidad, señaló que son convenios de PAMI Central, como el del “precio PAMI”.

Muchas veces, son decisiones que se consultan con los Colegios y otras, como este caso, son “bajadas” directamente y los afiliados se enteran, junto con los farmacéuticos, cuando pasan el medicamento por la caja.

Por otro lado, la profesional se refirió a la decisión de la ANMAT de pasar al registro de “venta libre” a varios medicamentos.

En primer lugar manifestó que “venta libre” no quiere decir que cualquiera lo puede tomar y recomendó consultar con médicos y farmacéuticos antes de la adquisición.

En segundo término manifestó que este tipo de decisiones van en línea con la búsqueda de poder comercializar medicamentos sin intervención de farmacéuticos.

El único objetivo que puede tener eso, es maximizar las ganancias de los laboratorios, nunca la mejora de la salud de la población, explicó.