Mencionó que la demanda de alimentos tuvo un crecimiento exponencial en algunos sectores poblacionales, así como la cantidad de familias que desde el área se asisten. A esto, agregó, se le suma como complicaciones el aumento en el precio de los alimentos y el impacto en la economía municipal. De todas maneras, aclaró, el Municipio invirtió para continuar con el programa alimentario.

En otro orden, contó que hace dos meses desde la Subsecretaría de Desarrollo Social se implementó un relevamiento de comedores y merenderos, con el objetivo de conocer la demanda que hay, y para pensar “una política pública que los asistiera de manera adecuada”.

En función a los datos recolectados, se llama a un programa de asistencia mediante el que el Municipio aporta determinada cantidad de alimentos secos, leche, cacao y distintos complementos como galletitas.

El registro que llevan, hasta el momento, es de 25 comedores y merenderos, y 7 que funcionan únicamente como merenderos. Según los vecinos que llevan adelante estos espacios, la cantidad de personas que asisten “se ha duplicado en último tiempo”.

Por esta razón, Delpiani aseguró que la situación que atraviesan es compleja, que están logrando dar respuesta a partir de un trabajo articulado en territorio, no solo en demanda de alimentos, sino también con subsidios para personas que se les complica alquilar un lugar para vivir.

No obstante, dijo que es difícil tener una respuesta inmediata cuando se trata de temáticas relacionadas a la vivienda.