Desde hace varios años la Casa Red Puentes trabaja a nivel local con personas que tienen consumos problemáticos y en situación de calle. Desde el espacio ubicado en Rivadavia 2257 se les brinda contención y un lugar seguro donde comer, bañarse, lavar la ropa o descansar.

En la mañana de hoy volvieron a encontrarse con que desconocidos había ingresado al lugar forzando una puerta y en vez dentro se apoderaron de mercadería y artículos de limpieza. La desazón caló hondo en el corazón de los coordinadores de la Casa que contienen y reciben a muchas personas que lo necesitan.

“Cuando llegaron las compañeras, que son las que abren a las 8, se encontraron con que el portón del templo estaba abierto y el portón blanco, donde se entra a la casa también estaba abierto”, comentó María Rodríguez. “Ahí empezaron a revisar. Habían forzado una puerta que le rompieron el candado y ahí empezaron a ver que entraron a un depósito donde nosotros guardamos la mercadería y se habían llevado todo que había, bultos cerrados, que es lo que nos entrega el municipio una vez al mes”. Para la coordinadora se trató de dos o mas personas y que por la cantidad de mercadería que se llevaron, seguramente contaban con un vehículo.

“Lo que nosotros acá hacemos es acompañamiento, contención. Acá ellos siempre van a encontrar un abrazo, una palabra, no una palabra de juzgarlo, siempre de estar acompañándolos”, dijo en diálogo con Radio Olavarría y afirmó que están muy tristes con todo lo que paso.

“Como protocolo nosotros tenemos que los pibes que llegan o las pibas que tienen problemas con la Justicia o los pibes que realmente están expulsados de la sociedad o que no son vistos, nosotros acá los contenemos. Son los pibes que mientras están acá no andan en la calle, ni en las esquinas tomando cerveza. Acá ellos tienen talleres, charlas, hablamos sobre los cuidados, trabajamos el consumo, siempre lo trabajamos en grupo, en conjunto, colectivamente. Siempre trabajamos con la palabra de todos. La palabra de todos es importante, no hay acá una palabra que es la que sobresale o la sabia. Todos aprendemos de todos, porque sabemos que nadie se salva solo”, señaló María Rodriguez.

Por su parte Elizabeth Freccero comentó que no es la primera vez que sufren un robo. “Esta ocasión ha sido la sexta vez. Ya hemos tenido que pasar por esta situación más de una vez, así que es algo feo porque realmente nosotras hacemos y acompañamos a los diferentes procesos que le ha tocado pasar a las personas que asisten a este lugar”.

Si bien señaló que las veces anteriores no quisieron denunciar, “nos ponemos en el lugar de las personas que vienen y lo hacen porque es algo feo las situaciones que pasan, diferentes situaciones también de calle, la desesperación, consumos problemáticos también”.

“Nos afecta desde el lado emocional, porque nos sentimos mal. Nosotras siempre esperamos que la ayuda que les damos, ellos la tengan en cuenta, pero hay veces que las personas la están pasando tan mal que no pueden tomar esa parte, esa decisión de decir, bueno, no sigo o no lo vuelvo a hacer”.