Martes 14 de Mayo de 2024

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15 de mayo de 2013

Alcoholemia: hubo 183 positivos en el 2012 y el municipio alerta sobre conducir ebrio

Tanto el alcohol como el resto de las sustancias tóxicas disminuyen la capacidad de atención y coordinación. Desde la implementación del Programa de Seguridad Vial y Prevención de Accidentes se realizan controles de alcoholemia con el objetivo de concientizar a los conductores acerca del peligro de conducir bajo efectos del alcohol u otras sustancias tóxicas.

Tanto el alcohol como el resto de las sustancias tóxicas disminuyen la capacidad de atención y coordinación. Una conducción adecuada requiere lucidez y capacidad de reacción, especialmente ante las situaciones imprevistas.

La ley establece como límite permitido para conducir:
•    Vehículo particular: 0,5 g/l (gramos de alcohol por litro de sangre)
•    Motocicletas: 0,2 g/l (acompañante 0,5 g/l)
•    Transportes públicos y de carga: 0 g/l

Dentro de la última categoría se incluyen los conductores de transportes de pasajeros (colectivos, taxis, remises, transportes escolares) y conductores de transporte de cargas.

Los controles de alcoholemia, son organizados por la Secretaría de Jefatura de Gabinete, a través de la Dirección de Control Municipal, y cuenta con la participación de personal policial afectado a las tareas de tránsito.

Estos controles se realizan en horarios diurnos y nocturnos, programándose operativos en diferentes intersecciones de la ciudad. En el año 2012 se realizaron un total de 4266 controles de alcoholemia, con 183 casos positivos.

Los objetivos específicos de los controles de alcoholemia y otras sustancias tóxicas:

1.    Medir el nivel de concentración de alcohol en sangre y detectar alteraciones en la conducta por ingesta de sustancias tóxicas.
2.    Generar una concientización acerca de los riesgos de conducir bajo los efectos de sustancias que alteran el comportamiento, disminuyendo la capacidad de conducción de manera idónea.
3.    Reducir accidentes de tránsito en un 20%

En todos los casos, el consumo excesivo provoca consecuencias, sobre las funciones psicomotoras, sobre la visión del conductor, y sobre el comportamiento y la conducta.
•    Sobre las funciones psicomotoras
Se reducen la coordinación y la capacidad de reacción; se altera la capacidad para juzgar la velocidad y la distancia; y se altera la capacidad para hacerle frente a una situación inesperada o seguir una trayectoria.
•    Sobre la visión del conductor
Se reducen el campo visual y se altera la visión periférica; se retrasa la recuperación de la vista después de la exposición al deslumbramiento; y se deteriora la capacidad para seguir objetos con la vista, incluso con niveles bajos de alcohol en sangre.
•    Sobre el comportamiento y la conducta
El consumo excesivo de alcohol puede derivar en reacciones agresivas o negligentes de parte de los conductores; induce además a una sensación de sobrevaloración, que puede dar lugar a decisiones temerarias.



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