Viernes 26 de Abril de 2024

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12 de junio de 2013

Hogar Municipal Peñihuen: “Para mí es un hogar, no una casa ni un instituto” afirmó la Directora de Niñez y Adolescencia, Dolores Muro

Cuando se piensa en un Hogar al que los chicos llegan por diferentes situaciones de vulnerabilidad de sus derechos, el imaginario de la palabra “hogar” suele ser el peor. Por el contrario, cuando uno entra al “Hogar de Convivencia Peñihuen” la sensación inmediata es la de estar en medio de una familia donde 16 chicos son los protagonistas.

“Tratamos de que tengan desde lo cotidiano el mayor amor posible, que sea un lugar cálido, ameno, trabajamos muchos para el cobijo, para recibirlos” afirma  Dolores Muro al momento de definir sin palabras técnicas qué es el Hogar para ellas y, al igual que a su coordinadora María del Carmen Barbosa, las lágrimas se apoderan de ellas.

El Hogar Municipal Peñihuen surge de la desarticulación del Hogar Sarciat y la implementación de la Ley 13.298 de Promoción Y Protección Integral de los Derechos de los Niños donde, entre otros cambios, se empieza a trabajar con chicos de la localidad; “este Hogar es sustentado en su totalidad por el Gobierno Municipal. Al entrar en vigencia  la ley nos permitió pensar a los hogares de otra manera ya que los niños podían ingresar no sólo por la situación de pobreza que estuviera atravesando la familia sino también cuando hay situaciones de gravedad en la vinculación con el entorno o en la vulneración de sus derechos. Los niños son derivados a través del Servicio Local de Promoción y Protección de los Derechos del Niño  y en casos extremos, ante situaciones de violencia, por el Juzgado de Familia. Incluso, muchos de los chicos que están acá vienen de los Centros de Día Municipales con situaciones que nosotros ya venimos trabajando”, resalta Muro.

Tanto la Coordinadora como la Directora aclaran que “acá hay niños hasta 12 años mayormente varones;  hemos incorporado algunas nenas cuando nos han derivado hermanitos muy chicos y no queremos separarlos ni interrumpir el vínculo. De lo contrario, las nenas van al Hogar de Niñas.”

El trabajo con la familia directa es continúo, para lograr en poco tiempo poder restituirlos o para que, llegada una instancia, los chicos puedan entrar en el sistema de adopción. “Tenemos situaciones que si bien con las familias sabemos que hoy es muy complejo y difícil el cambio, seguimos trabajando la vinculación con la familia, pero ellos saben que al ingresar acá, si la situación no se revierte, van a seguir institucionalizados en la Casa de Adolescentes” remarca Dolores Muro, a la vez que afirma que al momento de ingresar cada caso es muy particular “se trata de mantener todo lo que los chicos venían teniendo, la misma escuela, centro complementario, centro de día, etc. Una vez analizada la historia de cada uno hacemos los cambios que creemos necesarios; a la vez que tratamos de ampliar el mayor espectro familiar que tengan, aunque hay familias a las que les cuesta mucho aceptar que los chicos estén acá”.

Cuando recién llega al Hogar lo primero que ellos empiezan a incorporar son horarios y hábitos “hay muchos que ni siquiera han ido a la escuela, por lo cual se les empieza a dar un encuadre sobre la vida. Se piensa en ellos como individuos con sus gustos y deseos. Así es como con el equipo técnico trabajamos constantemente repensando como abordarlos. Cuidamos muchos la subjetividad e individualidad de cada chico. Entender que cada uno tiene su espacio y su lugar” afirma María Barbosa o Mari como la llaman los chicos.

“Hacemos desde un principio un trabajo de confianza mutua, y trabajamos para que la permanencia de ellos en el Hogar sea el tiempo mínimo, lo ideal sería que no estén más de un año y que luego puedan ser restituidos a sus hogares o ser adoptados. Es importante que ellos puedan tener un futuro y saber lo que es una familia”, remarcan.

“Para mí es mi segundo hogar, yo digo siempre que soy una bendecida” afirma Mari Barbosa, y las lágrimas vuelven a apoderarse de ella “esto te atraviesa por todos lados. Trabajamos tanto con ellos, acompañándolos, para que tengan otra vida, que para nosotras cada vez que egresa uno de ellos es una gran emoción. Nuestro objetivo es sostener el cariño, amor y dedicación a pesar de todo.”

 “Aprender a no faltar el respeto”, “ir a la escuela”, “podemos jugar y salimos a pasear”, “aprendemos a portarnos bien, a no robar, a no pegar”… son algunas de las frases que los chicos repiten al momento de contar lo que es para ellos su paso por el Hogar.

Todos manifiestan sentirse cómodos y contentos, tienen sus espacios de juego, de salida, de estudio, de comida como en cualquier hogar y a su vez, aprenden y comprenden que tienen derecho a tener una familia que los quiera, los cuide y los proteja.

 “Al principio, cuando llegan, es complicado porque están atemorizados y desconocen el lugar, pero al rato de estar ya empiezan a incluirse en las rutinas, a estar con los demás chicos. Es un proceso donde les vamos enseñando hábitos y costumbres que ellos no tienen pero siempre desde el cariño y el cuidado” remarca Mariana, una de las educadoras.

“Cuando me preguntan cuál es mi trabajo les respondo: soy mamá las 24 horas y estoy muy conforme de serlo” dice Mariana con una frase que encierra el concepto de Hogar que todos tenemos.

En el Hogar se ha implementado un sistema de padrinazgos que, según lo define Dolores Muro, “lo empezamos a pensar más desde lo que queremos nosotros del padrino para los chicos. Que los chicos que no tienen familia o familia sistemática fuera del hogar se sientan pensados por otro referente adulto afuera. Alguien que piense un programa para ellos, en su cumpleaños, que lo acompañe en los actos escolares, etc. El acompañamiento no viene por lo material sino por lo emocional, afectivo. Ellos necesitan ser queridos y pensados” y remarca “que no te esperen por lo que les traes sino por el cariño que le das”.

Los que desean ser padrinos se acercan los días lunes a la Subsecretaría de Desarrollo Social, en Alsina 4120 y son evaluados por el equipo profesional de la institución, a fin de rastrear en una  primera entrevista las razones por las cuales han decidido comenzar con el padrinazgo. Esta primera entrevista sirve para aclarar que la situación de padrinazgo no beneficia ninguna situación de adopción.
El equipo del hogar mantiene entrevistas a fin de trabajar la función de padrinazgo y cualquier duda que surja acerca del rol que desempeñan. Dicho rol implica, en términos generales, la construcción de un vínculo positivo, en el cual el niño se sienta querido, sostenido, también se busca que en esta relación el niño conozca una relación con adultos diferente, que le ofrezcan alternativas de cómo pensar y vivir la vida; el acompañamiento del niño en sus actividades cotidianas, eventos deportivos o culturales en los que éste participe, así como salidas recreativas o en días festivos y feriados, que favorezcan su desarrollo personal y que los padrinos propongan de acuerdo a las necesidades e intereses del niño.

Asimismo, los padrinos  reciben información acerca de la historia familiar de los niños para que puedan anticiparse a resolver contingencias con la familia de origen y evitar situaciones de conflicto que expongan al niño.



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