Tanto la EEPA N° 701 como el CENS 455 que funcionan en las Unidades Penitenciarias N° 2, 27 y 38, llevan adelante las propuestas curriculares que se encuentran enmarcadas en el Diseño Curricular del Programa “Seguimos Educando” lo cual implica prever el impacto de la discontinuidad en los procesos de enseñanza y de aprendizaje en todos los sujetos involucrados, como así también la producción y sostenimiento de vínculos dentro de las instituciones.

La directora de la EEPA N° 701, Mariel Lasso, contó que “en un primer momento, comenzado el aislamiento cada docente elaboró un cuadernillo de continuidad pedagógica para acompañar y sostener las trayectorias de sus estudiantes. Mediante el trabajo en conjunto con el personal del Servicio Penitenciario Bonaerense, los entregaron a cada estudiante junto a los elementos necesarios para realizar las actividades, por ejemplo, lapiceras, lápices y hojas”.

Por otra parte, en la Unidad 38, luego de evaluaciones de la situación, surgió la idea de un trabajo interinstitucional, ambos niveles cooperan en post de brindar una mayor contención a los alumnos menos avanzados. Estudiantes de 3° y 4° año del secundario fueron seleccionados para que se desempeñen como “tutores”, realizarán un acompañamiento a todos los alumnos del nivel primario con el propósito de promover la comprensión de consignas y resolución de las actividades.

“Las orientaciones, planificaciones, aporte de material bibliográfico y desarrollo del cuadernillo se realizaron virtualmente, de manera cooperativa y colaborativa a través de los grupos institucionales de WhatsApp y Facebook. Se destacan los niveles de participación de los docentes a través de los dispositivos mencionados anteriormente” dijo Lasso.

El equipo de gestión del CENS 455 también diseñó un “plan de continuidad pedagógica” para poder garantizar el desarrollo de las trayectorias educativas de los estudiantes en contexto de encierro.

Ezequiel Maitini, director del establecimiento educativo dijo que “durante este periodo hemos rediseñado el plan de enseñanza. Desde el comienzo ingresó material impreso de todas las materias para todos los años, esto demandó un gran gasto económico que fue afrontado por cada docente, mostrando una vez más su compromiso y por parte nuestra tratar de que esos trabajos puedan llegar a los alumnos de la manera más sencilla, para colaborar con el Servicio Penitenciario en esta difícil situación”.

Las clases se desarrollan dando de alta un celular institucional a cada unidad, en dichos teléfonos se cargaron el total de alumnos que tenían celulares y a partir de ahí se generaron listas de difusión para hacerles llegar el material que cada profesor ha preparado.

Finalmente, Maitini mencionó que “los alumnos mostraron sus ganas y predisposición para continuar aprendiendo, su voluntad de superar obstáculos que ninguno había previsto, ni ellos ni nosotros los docentes, acostumbrarnos a vincularnos con la tecnología muy de golpe, porque de eso se trata, de aprender y desarrollar técnicas rápidamente para continuar conectados y seguir estudiando”.

El abordaje de las particularidades institucionales y los modos de organización de cada una de ellas, escuela y SPB, requieren de la asignación de responsabilidades y tareas específicas frente a esta contingencia ocasionada por el Covid-19. Por ello, ha sido de un valor incalculable la comunicación permanente entre las escuelas, los docentes y el personal del SPB, se debe sostener como estrategia de intervención para el logro de los objetivos planteados en el Plan de Continuidad Pedagógica garantizando la trayectoria educativa de los estudiantes.