Martes 23 de Abril de 2024

19 de agosto de 2022

19 de agosto: Día Nacional de Lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH)

Bromatología ofrece recomendaciones para prevenir la enfermedad.

En nuestro país se estableció el 19 de agosto como el Día Nacional de Lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) para generar conciencia sobre esta enfermedad.

 

El SUH es una enfermedad endémica en nuestro país, que constituye la primera causa de insuficiencia renal aguda en lactantes y niños de primera infancia y la segunda causa de enfermedad renal crónica. La magnitud de este problema hace necesario extremar las medidas para su prevención.

 

El Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) es una enfermedad transmitida por la ingestión de agua o alimentos contaminados por una cepa de una bacteria llamada Escherichia coli productora de una toxina muy potente.

 

La frecuencia de aparición es mayor durante los meses cálidos, aunque se presenta durante todo el año.

 

Los síntomas iniciales son diarrea acuosa que luego se hace sanguinolenta, vómitos y  fiebre, y puede continuar con insuficiencia renal aguda, anemia hemolítica, trombocitopenia, disminución de la orina, hipertensión y síntomas neurológicos.

 

ALIMENTOS COMÚNMENTE ASOCIADOS

 

Entre los  alimentos asociados a brotes de SUH se encuentran, además de las carnes,  el agua (incluso agua de red deficientemente tratada), la leche cruda y sus derivados sin pasteurizar, las frutas y verduras (melones, lechuga, espinacas, coles, brotes de soja y alfalfa), jugos de fruta no pasteurizados, yogur, mayonesa, embutidos fermentados, entre otros.

 

Desde que se ingiere el alimento contaminado hasta que comienza la diarrea pueden pasar 3 o 4 días.

 

La bacteria se encuentra en el intestino grueso de algunos bovinos, ovinos, porcinos y otros animales.

 

Se transmite principalmente por ingestión de alimentos contaminados con heces de rumiantes. La leche cruda puede contaminarse durante el ordeñe, las frutas y verduras pueden contaminarse con las heces de animales o por riego con aguas servidas. A la superficie de las carnes llega por contaminación con materia fecal durante el proceso de faena o su posterior manipulación. Las carnes picadas son uno de los productos de mayor riesgo. Esto se debe a que durante el picado, la bacteria pasa de la superficie de la carne al interior del producto donde es más difícil que alcance la temperatura necesaria para eliminarla durante la cocción.

 

También hay algunas personas que la poseen en su intestino y la pueden transmitir por falta de higiene en las manos.

 

El tratamiento de esta enfermedad solo es sintomático: al no haber vacunas, lo más importante es la prevención. Es por eso que desde la Dirección de Bromatología se recomienda:

 

–         Lavarse correctamente las manos (agua potable y jabón)

 

–         Lavar y desinfectar verduras y frutas, especialmente si se consumen crudas.

 

–         Utilizar agua potable para la higiene de utensilios y recipientes utilizados en la preparación de alimentos. Cuando existan dudas sobre la inocuidad del agua para beber, hervirla 5 minutos, o agregar dos gotas de lavandina por cada litro de agua. Conservar en recipiente estéril con tapa.

 

–         Evitar el consumo de leche cruda, productos lácteos y jugos sin pasteurizar.

 

–         Al comprar alimentos comprobar que los mismos se encuentren dentro de su periodo de aptitud. Adquirir alimentos en comercios que mantengan condiciones de higiene y que conserven los productos perecederos a temperaturas de refrigeración/congelación.

 

–         Asegurar la correcta cocción de las carnes; a una temperatura mínima de 71°C Esto se consigue cuando la carne tiene una cocción homogénea, sin observar jugos rojos o rosados.

 

–         Cuide y exija al comer fuera del hogar, que las hamburguesas y las carnes en general se encuentren bien cocidas.

 

–         Utilizar distintos utensilios de cocina para cortar la carne cruda que aquellos que se utilizan para trozarla antes de ser ingerida.

 

–         Evitar el contacto de las carnes crudas con otros alimentos.

 

–         Higienizarse adecuadamente con agua y jabón luego de tener contacto con animales domésticos y principalmente con los de granja.

 

–         Evitar nadar, bañarse o jugar en el agua de los lagos, lagunas, arroyos, canales o ríos que puedan estar contaminados.

En nuestro país se estableció el 19 de agosto como el Día Nacional de Lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) para generar conciencia sobre esta enfermedad.

 

El SUH es una enfermedad endémica en nuestro país, que constituye la primera causa de insuficiencia renal aguda en lactantes y niños de primera infancia y la segunda causa de enfermedad renal crónica. La magnitud de este problema hace necesario extremar las medidas para su prevención.

 

El Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) es una enfermedad transmitida por la ingestión de agua o alimentos contaminados por una cepa de una bacteria llamada Escherichia coli productora de una toxina muy potente.

 

La frecuencia de aparición es mayor durante los meses cálidos, aunque se presenta durante todo el año.

 

Los síntomas iniciales son diarrea acuosa que luego se hace sanguinolenta, vómitos y  fiebre, y puede continuar con insuficiencia renal aguda, anemia hemolítica, trombocitopenia, disminución de la orina, hipertensión y síntomas neurológicos.

 

ALIMENTOS COMÚNMENTE ASOCIADOS

 

Entre los  alimentos asociados a brotes de SUH se encuentran, además de las carnes,  el agua (incluso agua de red deficientemente tratada), la leche cruda y sus derivados sin pasteurizar, las frutas y verduras (melones, lechuga, espinacas, coles, brotes de soja y alfalfa), jugos de fruta no pasteurizados, yogur, mayonesa, embutidos fermentados, entre otros.

 

Desde que se ingiere el alimento contaminado hasta que comienza la diarrea pueden pasar 3 o 4 días.

 

La bacteria se encuentra en el intestino grueso de algunos bovinos, ovinos, porcinos y otros animales.

 

Se transmite principalmente por ingestión de alimentos contaminados con heces de rumiantes. La leche cruda puede contaminarse durante el ordeñe, las frutas y verduras pueden contaminarse con las heces de animales o por riego con aguas servidas. A la superficie de las carnes llega por contaminación con materia fecal durante el proceso de faena o su posterior manipulación. Las carnes picadas son uno de los productos de mayor riesgo. Esto se debe a que durante el picado, la bacteria pasa de la superficie de la carne al interior del producto donde es más difícil que alcance la temperatura necesaria para eliminarla durante la cocción.

 

También hay algunas personas que la poseen en su intestino y la pueden transmitir por falta de higiene en las manos.

 

El tratamiento de esta enfermedad solo es sintomático: al no haber vacunas, lo más importante es la prevención. Es por eso que desde la Dirección de Bromatología se recomienda:

 

–         Lavarse correctamente las manos (agua potable y jabón)

 

–         Lavar y desinfectar verduras y frutas, especialmente si se consumen crudas.

 

–         Utilizar agua potable para la higiene de utensilios y recipientes utilizados en la preparación de alimentos. Cuando existan dudas sobre la inocuidad del agua para beber, hervirla 5 minutos, o agregar dos gotas de lavandina por cada litro de agua. Conservar en recipiente estéril con tapa.

 

–         Evitar el consumo de leche cruda, productos lácteos y jugos sin pasteurizar.

 

–         Al comprar alimentos comprobar que los mismos se encuentren dentro de su periodo de aptitud. Adquirir alimentos en comercios que mantengan condiciones de higiene y que conserven los productos perecederos a temperaturas de refrigeración/congelación.

 

–         Asegurar la correcta cocción de las carnes; a una temperatura mínima de 71°C Esto se consigue cuando la carne tiene una cocción homogénea, sin observar jugos rojos o rosados.

 

–         Cuide y exija al comer fuera del hogar, que las hamburguesas y las carnes en general se encuentren bien cocidas.

 

–         Utilizar distintos utensilios de cocina para cortar la carne cruda que aquellos que se utilizan para trozarla antes de ser ingerida.

 

–         Evitar el contacto de las carnes crudas con otros alimentos.

 

–         Higienizarse adecuadamente con agua y jabón luego de tener contacto con animales domésticos y principalmente con los de granja.

 

–         Evitar nadar, bañarse o jugar en el agua de los lagos, lagunas, arroyos, canales o ríos que puedan estar contaminados.



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